Si te gusta el BLOG, ¡COMPÁRTELO! ¡COMÉNTALO!

martes, diciembre 23, 2008

"Cena de Navidad"

"Una cena diferente a las demás, sin embargo que se repita por la eternidad"
ver texto


"Llegar a casa de eso se trata, volver nuevamente al hogar de una forma diferente y tomando un camino distinto. Si estás caminando por una transitada avenida te invito a tomar una calle vacía, dar pasos más lentos quizás y buscar una nueva ruta sin tanta interrupción. Si vas en auto intenta salir de la atochada autopista y quédate en la berma en silencio pensando en cómo llegar de otra forma a casa. Pensemos, meditemos, lo importante no es comprar regalos ni ver al viejo pascuero, lo que importa es cómo llegamos al hogar y con qué disposición nos sentamos a la mesa a cenar. Quizás tengas una cena preparada, quizás no, pero te invito a tener un tiempo de reflexión en soledad. ¿Cómo vamos? ¿Ves una nueva ruta? Yo veo más árboles y créeme que hay más silencio, hasta puedo escuchar el canto de los pajaritos, puedo ver uno que otro niño jugar y hasta siento un grato viento al caminar o al andar en auto. Cenar, eso es lo importante, recuérdalo. ¿Por qué? Quizás te pueda decir algunos por qué, pero, sin duda, si tú lo realizas, podrás escribir una hoja más larga que está anotando todo lo que descubriste. El mantel tal vez aún no está puesto, las velas y la comida tampoco, sin embargo, estás tú y eso es lo que importa, la compañía ya está y eso es lo realmente importante.

¿Vamos bien? Yo genial y espero que tu también, ya casi no queda nada para llegar nuevamente a casa, ya casi es de noche y hay que prender la luz. Abres la puerta y está todo en oscuridad, te diriges al comedor y de repente ves una vela encendida, dejas los regalos a un lado, suspiras, sonríes tímidamente, miras de arriba hacia abajo como buscando una explicación y, sin embargo, no la hay y eso es lo mejor. Las cosas son así, tal cual como una mágica realidad. Lo importante es cenar y ese es el verdadero significado de la navidad, conversar con Jesús a solas. Comer, compartir, reír, llorar de tristeza y de alegría al final. Ahí está la luz, es mucho más que una varita mágica, es simplemente Jesús, hay amor, paz, perdón, alegría, consuelo, silencio, una tibia mirada, un abrazo de amistad. ¿No lo puedes creer? Si es así, te encuentro toda la razón porque esto es increíble, no hay entendimiento que alcance, no hay corazón que pueda resistir, hasta la más misericordiosa madre no puede entregar todo el amor que Jesús está dispuesto a dar. No existe padre en el mundo que brinde un abrazo mejor que el del hijo del carpintero, no hay padre más valiente que Él.

Ya casi terminamos de cenar, no guardes este momento como un recuerdo genial, sino más bien hazlo realidad en el día a día, en cada caminar, haz con Jesús una relación de amistad y de ahora en adelante recuerda que en navidad nació un niño que vino a dar amor, paz y se fue de este mundo perdonando el pecado de todos, resucitando al tercer día.

¿Jesús, por qué no?"