"Quietud"
"Hay que luchar por estarlo, disfrutarlo y anhelarlo"ver texto
"Hace un par de semanas esa fue la palabra que me llamó la atención, porque necesitaba un tiempo quieto, un tiempo de silencio y de no hacer nada.
Cuando se desea un tiempo así y cuando se opta por éste, sin duda se torna algo incomparable. Si se hace por mera copia u obligado, no tiene sentido. Tiene que nacer de un deseo íntimo del corazón, ese que te dice una y otra vez: “Quiero descansar pero quiero a la vez volar”.
No se consigue con una orden, como cuando muchas veces nuestros papás nos dicen o dijeron: “Ándate a la pieza castigado sin televisión ni computador”. Sin duda lo menos que se hace en esos momentos es estar quieto, nos vamos enojados (tal vez angustiados) y lo primero que nos ocurre es qué hacer para no aburrirnos ante tanto silencio.
Se opta, se desea, sin embargo cuando estás quieto la mayoría de las veces sucede es que este tiempo no se mantiene. Así como las vacaciones son un “oasis” en nuestro año, son así los momentos quietos en nuestro quehacer diario. Pero cuando estás en un momento quieto, sientes todo a tu alrededor, hasta los sonidos imperceptibles que ya habías olvidado. Vuelves a sentir tu corazón, tu respirar y hasta los parpadeos te son notorios. Vuelves a reflexionar, a redefinir situaciones y motivaciones.
No hablo de colocar la mente en blanco, hablo de tomar un descanso, un momento quieto para retomar fuerzas y mirar todo más en calma midiendo las circunstancias menos aprisa.
Sin embargo este momento, al igual que las vacaciones… se acaba. Y cuando éste termina y quieres prolongarlo aparecerán aquellos distractores, aquellas situaciones que te sacarán de este foco. De forma inmediata, de forma sutil, ya sea por personas, circunstancias o por pensamientos de uno mismo.
Y exactamente hoy se cumplen dos semanas de haber reflexionado esa palabras, dos semanas en que el ajetreo me impidió estar quieto, en que todas las circunstancias se conjugaban para mantenerme ocupado.
Quietud… hay que luchar por estarlo, disfrutarlo y anhelarlo. Sólo así se mantendrá en el tiempo.
"