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miércoles, septiembre 30, 2009

"Volver a Nacer"

"Un acompañante que te renueva la Vida"
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“Ya está durmiendo, descansa plácidamente en su cuna abrigado tibiamente por su tierna vestimenta de bebé. Mientras el duerme, yo sueño con él, con darle un día mejor, con quererlo y amarlo más…”

Creo que esa podría ser una de las frases de un padre o de una madre para con su hijo. Una vida nueva en el mundo, una persona que da sus primeros pasos, pequeños pero potentes respiros que lo mantienen con vida y vaya que con gran fuerza e ímpetu. Es sencillamente extraordinario ver a un niño, su ternura, su calidez, su piel suave y su ingenuidad intacta, sus risas espontáneas y llantos enérgicos también. ¿Han visto lo tierno y cálidos que nos ponemos cuando miramos a un niño? Al menos yo he visto que personas se iluminan, se enternecen, y de una u otra manera intentan llamar la atención de aquellos pequeños que alegran la vida. Unos van incluso más allá e inventan juegos con ellos. No se bien si el que se divierte es el niño o el adulto, pero vaya que hay una cosa en juego, ese sin duda es el amor.

Pero volvamos… más de alguno de ustedes tiene un sobrino, un hijo, un nieto. No importando si eres tío/a, padre-madre, abuelo/a, creo que todos ellos concordarían que aquel bebé tiene toda una vida por delante, que tendrá sueños que lo sorprenderán en su vida y que tiene todo para cumplirlos. Es verdad, ese niño tiene todo un futuro, ¿Pero por qué no nosotros? ¿Qué sucede? ¿Ya le dijimos no a la vida? Tienes un día por delante si estás leyendo esto ahora. Tienes 24 horas igual que todo ser humano. Se que algunos tienen facilidades para hacer las cosas, mientras que otros tienen dificultades, pero ¿Eso es excusa? Yo sinceramente no lo creo. Sumérgete en la cuna de sueños que tiene un niño, zambúllete en las ganas de intentar que tiene ese pequeño bebé que tu lo acaricias y lo mimas para que sea más grande que tu. Ese pensamiento es uno de los más nobles que puede existir: “Quiero que mi hijo (sobrino, nieto, bisnieto y los más afortunados con tataranieto) sea mejor que yo”. Sin embargo eso no implica que dejes atrás tus sueños, tus metas, tus anhelos, tus ganas de volver a intentarlo una y otra vez.

La vida te sonríe porque alguien con más fuerzas que tu ha llegado a tu lado. Ese maravilloso ser te recordará por siempre que tienes que vivir la vida, darlo todo, entregarlo todo, compartirlo todo, alegrarse y sufrirlo todo. A vivir nada más, a que ese retoño te alegre la vida cuando cumpla sus anhelos del corazón y que se infle su pecho de orgullo al ver a su padre o madre (tía o tío, abuelo o abuela) alcanzando lo que para todos era imposible de lograr.


*Dedicado a Daniel Henríquez Sandoval y a su pequeño retoño Lucciano León (que aparece en la fotografía)