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domingo, diciembre 23, 2007

“Como un Niño en Navidad”

“La inocencia de un niño, todo lo cree, todo lo espera”
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Vientos cálidos viajan por este alejado rincón de América del sur acompañado de calurosos días y de un azulado cielo. En los países del norte comienza un frío invierno en donde se puede ver incluso caer nieve. En cualquier lugar donde nos encontremos estaremos rodeados de luces de vistosos colores, de árboles navideños y de un cuanto viejo pascuero caminando por la calle. Todo se llena de magia, el viejo pascuero encanta a los niños con sus historias, una que otra relación quebrada en este tiempo se soluciona y entre otras tantas cosas más.
¿Qué pediría un niño en esta navidad? ¿Regalos? Lo más probable que sí, pero aparte de eso mucho amor, un abrazo de sus padres, un gesto de alegría simbolizado en un obsequio. ¿Se han dado cuenta que los niños creen a ciegas en la magia del viejito pascuero? Sumerjámonos por un momento en su forma de pensar. Cuando niños quién no soñaba con ver al viejito pascuero bajando por la chimenea, entrando por la ventana o justo cuando el depositaba nuestro regalo en el árbol de navidad. Podemos además recordar que nos esmerábamos en escribir una linda carta para así encomendar nuestro regalo, pedíamos tan solo lo que a nosotros nos gustaba y no nos importaba mucho si era inalcanzable conseguir aquel obsequio. La inocencia de un niño, todo lo cree, todo lo espera.

No hay nada mas sincero que un verdadero regalo, que un gran gesto de amor y eso un niño lo comprende. ¿Quién a veces no se sorprende que cuando le da un dulce a un niño, éste se alegra tanto como si tuviera el juguete de moda? ¿Qué niño no se acurruca entre unos brazos que lo quieren amar? Sin duda esta navidad es más que regalos, sin duda la clave es entregar amor, incluso a quien no conoces, a quien quizás solamente lo verás una vez en la vida y nada más. Eso es la navidad entregar sin esperar recibir nada a cambio, dar tiempo de tu día, unos minutos de tu vida a alguien para decirle simplemente feliz navidad, feliz nacimiento porque es eso lo que significa esta palabra. Si nos adentramos en la historia se celebra la venida de Jesús. Alguien amado por muchos pero a la vez criticado por unos cuantos más. ¿Es tan mágica la historia de su nacimiento? ¿Tan increíble la razón de su nacer? ¿Por qué muchos lo olvidan? Quizás es demasiado fantástica la historia para parecer verdad… todo lo perfecto la mayoría de las veces creemos que es mentira. ¿Cuántas veces vemos imágenes tan bonitas que al verlas creemos que han sido trucadas? Un niño en cambio cree que la imagen es verídica, porque en el no hay cabida para engaños, para mentiras. ¿Cómo explicar que hay que creer como niño? ¿Qué pierdo con confiar? ¿Qué sucedería si esta navidad decido aceptar el regalo más espectacular que Jesús me puede entregar? El regalo mas esperado por todos es ser amado verdaderamente, ser acogido, ser aceptado tal cual, sin reproches sin caretas ni mentiras. Si ese es tu mayor deseo ¿Por qué no confiar en Jesús? Olvídate de tus paradigmas y quizás de cuantas costumbres veas en la forma de llegar a Jesús. En primer lugar Él no quiere sacrificios sino que sinceridad. No es esclavitud sino que amistad. No es lejanía es intimidad. Es amor sincero, Él no espera nada a cambio, tú lo puedes ignorar por el resto de tu vida o puedes amarlo por el resto de la eternidad, pero nada cambiará su esencia su verdadera identidad, el te ama no importando que tu lo desprecies, Él espera tiernamente por tu corazón, por establecer contigo cual entrañable relación. Esta es sin duda la “magia” de la navidad, es descubrir el amor real, el cual solo Jesús te puede entregar. Todo lo demás son simbolismos que adornan esta época pero que muchas veces nos desvía del sentido que este nacimiento nos convoca. ¿Y tú que dirás? ¿Y tú que harás? Que tengas una ¡FELIZ NAVIDAD!

jueves, noviembre 08, 2007

“¿Arriesgando la Vida?”

“Una hormiga sigue trabajando aun cuando un gigante pase a su lado”

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No sé por qué llegué acá. Estaba asombrado por lo sucedido pero nunca pensé que me iba a embargar el temor tanto así para estar hoy escondido en este lugar. Desde aquí no siento frío ni calor, las noches no son tan gélidas y los días no me abruman con su calor. Y así desperté hoy día en esta alejada cueva. De pronto me levanté y apoyé con fuerza mi mano derecha en la pared, tanto así que se desprendió un trozo de tierra y de un momento a otro, una considerable cantidad de diminutos seres caminaban rápidamente con sus “mochilas” a cuestas para ir en busca de un nuevo hogar.
Es así como vi que todo el hormiguero se vaciaba y en un par de minutos casi todo era soledad, pero me llamó la atención que una hormiga se quedó un tiempo más aprovisionando una gran cantidad de aquellas “mochilas” en su diminuta espalda y se mantuvo así hasta esperar el momento exacto para caminar, casi como esperando mágicamente de un momento a otro una señal.

De pronto la cueva se oscureció. Alguien de humana estatura hizo ingreso por la entrada de la cueva. Su rostro reflejaba miedo, quizás cansancio de tanto huir y un dejo de desesperación al caminar. Se sentó en la entrada apoyándose en un costado de la cueva, de paso bajó la mirada como buscando alguna explicación, mientras su mano izquierda vanamente se entretenía lanzando pequeñas piedras. En el intertanto la hormiga se levantó y se dirigió con rumbo veloz a la salida, tanto así que llamó la atención del Elías Fugitivo, quien miró preguntándole a viva voz a la hormiga:
- ¿Dónde crees que vas? – Preguntó Elías - ¿No ves que hay gigantes afuera y puedes morir de una pisada?
- ¿Qué acaso no vez la pesada carga que llevo? – Respondió la hormiga - ¿No sabes lo que eso significa? Tengo que cruzar ese campo a como dé lugar, pues debo ir a mi morada para alimentar a mi familia
- Pero… ¿No temes morir? – Preguntó un desconcertado Elías.
- Yo a lo único que le temo es a no vivir dignamente y a no cumplir la misión que se me encargó en esta franja de tierra – Contestó una inspirada hormiga – Además, si muero, al menos mi familia sabrá que lo di todo por ellos. Si viviera pensando en que alguna vez terminará esta incesante lucha de gigantes y que sólo así podré cruzar libremente por esta tierra sin peligro de morir… amigo, sin duda puede ser demasiado tarde…
- Tienes razón – Interrumpió Elías – sin embargo esperemos un poco…
- Bueno pero tampoco será demasiado – Replicó la hormiga – porque no hay tiempo que perder.

Después de unos instantes de silencio donde la hormiga revisaba las amarras de su mochila, ésta alzó la voz y le preguntó sabiamente a Elías:
- ¿Qué haces? - Preguntó
- Miro la batalla y lo grande que son los gigantes negros – respondió un cansado Elías.
- No pierdas el tiempo – dijo una relajada hormiga – mira el cielo y lo inconmensurable que éste es. ¿Hay algo más alto que el cielo? De seguro que el líder de los gigantes blancos que vemos pelear con tanto poder y autoridad estará de nuestro lado… o sino ¿Cómo te explicas que yo esté con vida hasta hoy? ¿Cómo te explicas tú que después de haber obtenido una gran victoria, hayas huido hasta acá por miedo a morir y aun te encuentres con vida? ¡Vamos! No hay tiempo que perder, hay que cruzar este campo, a como de lugar, a riesgo de perder la vida.

Ante tal argumento, Elías se levantó, alzó su mirada, miró sonriendo a la hormiga y ambos comenzaron a cruzar valientemente por aquel campo, en medio de la lucha de gigantes blancos y negros.


visiten el siguiente sitio: http://www.virb.com/paulinarojaseventos

jueves, octubre 25, 2007

“Creo que perderé…”

“La vida se basa en intentar y en aprender siempre algo de ellos, no en cuantas veces fracasaste”
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Estafado. Así me sentí después de jugar con la máquina “saca peluches”. Bueno la idea de jugar a esto surgió hace unas semanas atrás en donde por esas cosas de la vida me dije: “tienes que intentar ganar un peluche”. Yo nunca había jugado a esto, pero cientos de veces había visto estas máquinas y un par de veces a personas ganarse un peluche. Yo no jugaba a esto porque sabía que nunca ganaría y que perdería el par de monedas que vale jugar a esto.

El martes recién pasado fue el gran día. Después de clases me acordé de que quería jugar y después de unos minutos de viaje y de caminar estaba frente a mí la “máquina saca peluches”. Vi los peluches que habían en su interior, observé mas o menos el mecanismo y como pude inserte las dos monedas y de un momento a otro un relojito comenzó a andar a contrarreloj y atiné a pescar una palanca que había a mi lado derecho, moví la palanca hacia la izquierda, después al centro y como quedaba poco tiempo apreté el botón que lanza las tenazas para ver si agarraba un peluche y veo que sube sin nada. El juego había terminado. Intenté vanamente si podía jugar otra vez pero no sucedió nada. Nunca me percaté que este juego era con tiempo, nunca me supe que al insertar las monedas el juego comenzaría automáticamente, sin duda el juego me agarró por sorpresa y para más remate llegué a la misma conclusión que siempre había tenido con esta “maquinita saca peluches”: “si juego no creo que gane”. Ese era el motivo del por qué no jugaba y al intentarlo mi hipótesis se cumplió a la perfección, se volvió casi irrefutable mi teoría.

Y así la vida se nos pasa con prejuicios y profecías auto cumplidas. Sin duda que jugar a sacar peluches es una actividad anexa en nuestra vida. Si juego o no, si gano o no, es casi irrelevante para nuestra existencia, no voy a ser mejor por ganarme un peluche ni tampoco seré peor si no lo obtengo. En conclusión puedo obviar jugar a esto o no, sin duda no me es imprescindible para vivir. Sin embargo hay cosas, situaciones, miedos o que se yo, que en nuestra vida las obviamos, las olvidamos y vivimos como si no existieran. Muchas cosas en mi vida o en tu vida se asemejan a jugar o no a la máquina “saca peluches”. No intentamos enfrentar la situación porque sabemos el resultado que obtendremos si lo hacemos o no. Es muy desagradable ver con nuestros propios ojos que todas nuestras profecías se cumplen de un rato a otro. Lo peor de la vida es perder, pero no hay nada peor que no intentar vencer aquello que parece imposible. Quizás hay temas en nuestras vidas que los tenemos guardados en el baúl de los recuerdos que ni siquiera son temas a tratas sino más bien que día a día nos encargamos de borrarlos y ni siquiera intentar enfrentarlos. ¿Por qué no jugar a la “maquina saca peluches”? ¿Por qué no confrontar temas ya olvidados? ¿Por qué no hacer frente a tus mejores “profecías auto cumplidas? Quizás en un comienzo lo intentes y dará el resultado que más temiste durantes tus años de vida, quizás la primera vez al intentarlo sufras una derrota, ¿Pero siempre será así? En una de esas si lo intentas 100 veces la vez 101 será la ocasión en que puedas tener una alegría, un triunfo, verás un nuevo horizontes y podrás ver de otra forma tu vida. La clave es ser porfiado, al menos en este tema, intentarlo una y otra vez y ver que se aprende de la vida.

sábado, septiembre 29, 2007

“El Gran Día”

“Antes de llegar al Gran Día tuvieron que vendarse los ojos y caminar confiados, porque solo de esta forma podrían observar por siempre aquella nueva realidad”
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Ya el extravío de los regalos había quedado en el olvido y se embarcaron en un viaje jamás experimentado, que nadie ha visto y que ningún paso ha oído alguna vez en la tierra. Para terminar la historia que comenzó a ser relatada en “Espada y Flor” (escrita el 26 de Junio) debo de señalar que estos dos pequeños ya tienen 3 años más que aquel entonces, Miguel tiene 14 años y la aún pequeña Francisca tiene 11. Cuántas anécdotas y vivencias marcaron este período en donde estuvieron día a día persiguiendo su mayor anhelo, cada hora que pasaba se recordaban que su Padre prometió que volvería. Así se durmieron temprano un día martes que recibía la primavera, el viejo José mantenía encendida la chimenea del living porque se quedaría escribiendo toda la noche ya que el aseguraba que algo grande pronto sucedería. Sin embargo a eso de las 5 de la mañana José no pudo más y durmió por un par de horas hasta que un tibio rayo de Sol iluminó su rostro y no tuvo más remedio que despertarse. Se levantó convencido de que aquel día se rompería la rutina y que cambiaría por siempre el rumbo de sus vidas. Llamó a Miguel y a Francisca al comedor y les dijo lo siguiente:
- Pequeños… bueno no tan pequeños – Dijo soltando una carcajada – tomen su desayuno, no tan rápido pero lo suficientemente a prisa para así aprovechar este día. Después de terminado el desayuno diríjanse donde mismo su Padre les dejó aquel tesoro que ustedes tanto apreciaban hace un tiempo atrás.

Después de haber dicho esto, el viejo José salió de la casa y se dirigió a ese frondoso árbol, se sentó y suspiró, fijo su vista en el cielo, miro la tierra y el pasto que había alrededor y se sorprendió que de un momento a otro los dos pequeños estaban a solo pasos de distancia de llegar a su lado. Ustedes deben de haberse sentido impresionados y buscando una explicación alguna vez así que no les será tan difícil imaginarse los rostros de esta pareja de hermanos. Al llegar los niños se quedaron en silencio y oyeron lo que les dijo el Viejo José:
- Pequeños… bueno no tan pequeños – Dijo el Viejo José mirando con cara de haber dicho un chiste fome – les tengo dos nuevos regalos, quizás no sean tan bellos y nobles como el anterior pero sin duda si lo reciben y siguen las indicaciones los llevará a un lugar que nadie ha visto ni respirado. Tengo dos vendas blancas que debo de ponérselas en sus ojos...
- ¿Pero dónde iremos? – Preguntó un apurado Miguel.
- ¿Eso tiene importancia Miguel? – Replicó Francisca – yo creo que es un paso de confianza que hay que dar, yo creo que el Viejo José se trae algo entre manos, por alguna razón se quedó despierto toda la madrugada… por mi parte… ¡acepto!
- Tienes razón hermana – Contestó Miguel mirando con alegría al Viejo – ¡acepto!

No se imaginan cuántas risas, cosquillas y chistes se produjeron cuando el Viejo les colocó la venda y dieron sus primeros pasos por aquel bosque de infancia que ahora les era desconocido, pero confiable porque era este compañero de mil batallas que los acompañaba a su lado. El viejo José les relataba cada paso describiendo cada flor que se asomaba, cada ave que pasaba por el lado ellos y les contaba lo verde que había amanecido el bosque ese día. Sorprendido también les contó que las nubes iban en la misma dirección que ellos y así fue todo el camino, los niños confiando en sus instrucciones y a medida que aumentaban los pasos caminaban más alegres y confiados. En un momento el Viejo José los hizo detener porque ya no podía mas con el asombroso espectáculo que miraba. Se llevo la mano a la boca como alguien lo hace cuando está asombrado, sus ojos resplandecían y brillaban casi como conteniendo las lágrimas, sin duda suspiró como nunca antes lo había hecho y dijo lo siguiente:
- “Pequeños, Grandes gigantes – comenzó el Viejo José – sin duda fue un honor traerlos hasta acá y que confiaran en mi. Si ustedes creen que ya habían comenzado a vivir, les digo que esto no es nada con lo que les espera la vida... Pueden sacarse sus vendas y mirar al frente”

Los pequeños no lo podían creer, al frente de ellos estaba su mismísimo Padre, el mismo que dijo que una vez volvería estaba a 10 pasos de distancia. Los niños corrieron a abrazarlos, el como buen Padre salió al encuentro de ellos y corrió para así no esperar más tiempo y volver a estrechar de nuevo sus vidas. Hablaron por largo rato en compañía del Viejo José, se rieron pero en un instante su Padre los dejó solos con el Viejo y camino lo necesario para volverlos a mirar y decirles a viva voz que los acompañaran. Los dirigió a un monte, un gran monte, lo necesario como para mirar hacia abajo y observar toda la panorámica del lugar. Nuevamente el Padre se adelantó unos pasos y les dijo la siguiente frase: “Bienvenidos a su nueva Vida”. Los hermanos corrieron y se encontraron con un valle esplendoroso, que había flores de un lado, mucho verde y aves en el cielo. “Esto no es nada” dijo el Padre interrumpiendo así sus atónitas miradas. Llevo sus dos manos hacia su espalda, sonrió y les mostró que sus regalos de infancia habían regresado. En la mano derecha estaba la espada de Miguel y en la izquierda estaba la flor de Francisca. Los niños lloraban de alegría como más de alguno de ustedes lo ha hecho. Los niños no podían creer tanto asombro y de paso tanta verdad, todas las historias contadas y vividas en su vida, en un día se volvían una magnífica y eterna realidad. Al entregarles nuevamente sus regalos le dice a cada uno lo siguiente:
- Estimada y amorosa Francisca – Dijo con un tono dulce el Padre - ¿Ves este campo? Tendrás que ir por cada rincón recuperando la fragancia original que tiene cada flor, esta es la misión que encomiendo para tu vida. Se que nadie más que tu en toda la tierra puede desempeñar mejor esta labor. “Tendrás que llenar de la fragancia original a cada flor que encuentres a tu paso”.
- Estimado y valiente Miguel – Dijo con voz potente el Padre – levanta tu mirada, ese caballo café que viene hacia nosotros será tu segundo elemento de batalla. Tu tendrás que ir por los campos rescatando las vidas que un ladrón se ha encargado de robar durante todo este tiempo. “Tendrás que comportarte con valentía no confiando en lo que tienes en tu mano sino en lo que yo te pueda enseñar”.
- Grandes creaciones – Dijo el Padre como cuando alguien termina un discurso – esa es la misión que tienen hasta el fin de sus días aquí en la tierra, yo puedo acompañarlos perfectamente a los dos, pero para no confundir tanto a los incrédulos, yo acompañaré a Miguel y a ti Francisca te acompañará el Viejo José. ¡Vamos! ¡No hay tiempo que perder!

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Agradecimientos
foto: Felipe Reyes A. http://www.flickr.com/photos/pipenfarina/1435378033

sábado, septiembre 15, 2007

¿Sin tu mejor arma?

Imagínate que en tus manos tienes el “arma” para lograr tus mayores anhelos y sueños en esta vida, ¿Qué pasaría si perdieras aquella “arma”? ¿Continuarías?.
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La pequeña Francisca y Miguel después de saludar al Viejo José se acordaron del extraño sueño que tuvieron en la madrugada (relatado en “Sueños que nos dirigen más allá”, escrito anterior) y se dirigieron rápidamente al comedor para buscar la flor y la espada respectivamente. Buscaron en todos los lados posibles, en la cocina, en el comedor, en la puerta que dirige hacia el patio, incluso abrieron la ventana y Miguel como era más alto asomó su cabeza para vislumbrar si sus regalos estaban en el pasto, pero nada. Los dos hermanos se miraron y un tanto desalentados fueron al comedor, se sentaron y se tomaron la leche que el Viejo José les había preparado. Cada uno entre sí se preguntaba cuál era el motivo de que su padre les haya dejado un regalo que al poco tiempo después se les iba a perder. Cada gesto que hacían los niños denotaba no comprender la situación, miraban al viejo como buscando una explicación, más éste estaba en silencio como esperando el momento preciso para hablar.

Las tostadas, la leche y la mantequilla se acababan en la mesa, más en la mente de los niños cada minuto que pasaba se alimentaban de más y más preguntas del por qué del extravío de su flor y espada. Silente en la cabecera el Viejo José observaba los rostros de los pequeños, inmutable para romper justo en el silencio exacto en donde los niños estuvieran prestos para escuchar sus palabras. Ya el desayuno terminaba y el viejo les preguntó a los pequeños:
- ¿Cómo están mis pequeños? – preguntó tiernamente José.
- Se me extravío la flor y a Miguel su espada – contestó una acongojada Francisca – buscamos por todos lados y no encontramos nada, se nos perdieron…
- Yo… no se… - contestó Miguel – al perder los regalos que nuestro Padre nos dio se nos fueron con ellos nuestros sueños, y nuestras mejores armas para lograr lo que queríamos en nuestras vidas. Era todo tan perfecto, aquellos regalos eran todo para nosotros, eran parte de nuestro Padre…

La conversación giró en torno a las respuestas de los pequeños y la silenciosa mirada del viejo José que escuchaba atentamente cada una de las palabras, cada lágrima que éstos derramaban y pasaba por alto los enojos comprensibles de estos dos niños. Después de mucho escuchar, tosió, se acomodó en la silla y el viejo José irrumpió con esta frase:
- ¡Bienvenidos a la vida estimados! – Dijo tiernamente a los pequeños – Es verdad todo lo que dicen y comprendo cada uno de sus enojos. La pérdida de sus regalos fue como perder parte de sus vidas, de sus sueños, anhelos, etc. Pero así es la vida, sin su mejor arma, tendrán que viajar en sus días aquí en la tierra para así descubrir cosas nuevas y no depender de solamente un objeto, sueño o deseo. ¡La vida es más que eso!, la vida te enseña que se necesitan soñadores y eso ustedes ya lo habían comenzado a hacer. Ahora en cambio la vida les ofrece ser “hacedores”, comenzar a concretar sus sueños, trabajar silenciosamente en ellos para alguna vez, estrechar la mano de su padre y viajar por la eternidad llenos de alegría. ¡Escuchen pequeños gigantes!, les invito a seguir con sus sueños pero ahora trabajando para conseguirlos, ser hacedores, ser trabajadores, estar atentos en el día a día para así despertar alguna vez y ver una nueva realidad. ¿Qué me dicen? ¿Llorarán por lo que tuvieron en el ayer? O ¿Reirán de alegría por lo que algún día podrán obtener?
- ¿Ser hacedores? – Preguntó Miguel – somos muy pequeños para serlos, quizás moriremos en el intento, no se si quiero correr ese riesgo…
- ¿Estas muy joven para ser un “hacedor”? – Dijo desafiante el viejo – o ¿estas muy viejo como para no intentarlo? ¿Te quedarás lamentando por siempre lo que pudiste hacer con tu espada?, ¿contarás a tus hijos que alguna vez pudiste ser un gran hombre? Deja de confiar en lo que tienes, fija la mirada en que tu Padre dijo que volvería alguna vez y prometió que así sería (esto fue relatado en “Espada y Flor”). ¡Vamos chicos!, ¡Vuestro Padre me envío a mí para ayudarlos!, ¡Soy su mejor amigo y quiero ser el mejor amigo de ustedes!. Vamos miguel estrecha mi mano y embarquémonos en un viaje que nadie mas ha realizado, vamos francisca tu también estrecha mi mano.

Después de unos segundos de silencio, Francisca y Miguel se miraron, suspiraron (como olvidando la espada y flor), miraron al viejo José, estrecharon su mano y lo abrazaron y dijeron al mismo tiempo ¡Vamos!

sábado, septiembre 01, 2007

“Sueños que nos dirigen más allá”

“Un día experimentamos un gran sueño, pero éste para conseguirlo nos quita nuestra “arma” preferida, ¿la consigna nuestra será seguir?"
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“Mañana cuando despierten, te lo prome…” esta última respuesta del viejo hizo eco durante la primera parte del más asombroso sueño que Francisca haya tenido en su vida. Un sueño mágico como aquellos que se muestran en las películas, acompañado de la más sublime composición clásica que pueda haber existido jamás, esa que recuerda lo perfecto y admirable de la creación. Así poco a poco la pequeña Francisca comenzó a seguir las huellas que su Padre había dejado en el camino. En el sueño la pequeña llevaba consigo su más preciado regalo, la flor que su Padre con tanta dedicación había apartado, dotándola de un suave aroma que era la esencia de su incomparable delicadeza. Al caminar por el sendero del bosque se daba cuenta de que los pájaros volaban en su misma dirección, algunos más rápidos, otros en cambio más bulliciosos como el carpintero. Estaba tan asombrada de lo que veía que cada paso se tornaba más alucinante y emocionante a sus sentidos, transformaba su corazón y le daba sentido a su vida. Sin embargo a medio camino la pequeña no se percató que había extraviado su más querido tesoro entre medio de un frondoso pasto. Y así continuó el viaje, bajo un sol radiante que era el centro de un día nítidamente despejado que era refrescado por una suave brisa que hacía más agradable la caminata. La pequeña iba apurando el paso en el último tramo para así apreciar la vista que había desde aquel monte, sin embargo se detuvo y se percató de la pérdida de la flor, no corrió desenfrenadamente a buscar su preciado regalo ni tampoco prosiguió con su marcha para llegar a aquel monte, se quedó pensando en el por qué todo se debía de complicar así, en el mejor momento de su vida…

No solamente Francisca tuvo un magnífico sueño esa noche, sino que el cansado Miguel también tuvo un alucinante sueño inspirado en la última frase que el viejo José le había dicho a su hermana. Como eran buenos hermanos quizás esta unión los llevó a soñar algo parecido. Miguel transitó por el mismo camino que su hermana, éste en cambio llevaba orgulloso la majestuosa espada que su Padre le había dejado y se fijaba en las grandes montañas que acordonaban aquel bosque, algunas cubiertas de nieve, otras diferentes en tamaño y forma, etc. Y así de paso se impresionaba de los árboles, no tanto de sus colores sino que le llamaban la atención la altura y la firmeza de éstos. Paso a paso se imaginaba que alguna vez sería el jefe de algún destacamento, que recibiría fidedignas instrucciones de su Padre en donde el le señalaba que tenía que ser lo suficientemente valiente para ejecutarlas y transmitirlas a los demás. Cada paso era un sueño y cada vez creía que el único medio para cumplir aquellos anhelos era con su regalo más preciado, aquella majestuosa espada. Miguel al levantar su mirada, después de observar un hormiguero, pensó que al llegar a la cima de ese monte, tendría que ejecutar la primera arenga a su destacamento, por esto comenzó a caminar emocionadamente, articulando en el intertanto las primeras frases de su discurso. Sin embargo a medio camino se percató de que no llevaba consigo su preciada espada, lo cual derrumbó sus sueños y se quedó ahí en medio de aquel magnífico día pensando del por qué esto le tenía que suceder a él…

Los dos niños despertaron casi al mismo tiempo y ambos se sorprendieron que el viejo José estuviera ahí en su pieza, como cuidando de sus vidas y de sus sueños. Ambos dijeron un bostezado buenos días y de paso fueron hacia el y lo abrazaron. Así terminó un nuevo dormir de estos soñadores niños, así comenzó un nuevo día bajo las instrucciones del Viejo José, pero eso es parte de otro “regalo” de la vida, que se relatará en otra ocasión.

foto: http://www.azeta.com.ar/iconopatagonia/galeria/arrayanes/sendero-quetrihue2.JPG

jueves, agosto 23, 2007

"Más que el regalo"

"¿Qué es más importante? ¿El Regalo o la persona que te dio aquel obsequio?"
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Aquella noche Miguel y la pequeña Francisca durmieron tan plácidamente como si estuvieran en compañía de su Padre. Antes de dormir jugaron un buen rato con el Viejo José el cual les contó historias sobre su Padre, sobre su vida y sobre su misión en esta tierra como forastero. Durmieron como si la vida fuera un sueño, como si esta vida tan solo es un paso para otra mejor. Sin embargo como toda noche llega a su fin y aquellas alegres criaturas despertaron con un ánimo muy diferente al del día anterior.

El viejo José los oyó levantarse ya que hicieron más ruido de lo esperado, pantuflas y pijamas de dormir rápidamente se asomaron por el comedor, ante lo cual el viejo José tuvo que abandonar el confortable sillón para prepararles tostadas, huevo y leche para el desayuno. Cuando hubo acabado su labor en la cocina se dirigió al comedor, sin embargo los niños no estaban ahí, habían salido al patio en compañía de los regalos que su padre les había dejado y que habían descubierto el día anterior (“Espada y Flor” estos obsequios se comprenden leyendo el escrito anterior). El viejo José los llamó para tomar desayuno a lo cual los niños no aceptaron de muy buena gana sobretodo Miguel que se demoró un poco más como queriendo desafiar la autoridad del viejo. Los niños comieron como siempre, pero no quitaron la mirada de sus regalos como lo hace cualquier niño después de abrir regalos el día de navidad. Y así pasaron el resto del día, ya era media tarde y el viejo José los volvió a llamar, esta vez para decirles que se cambiaran la ropa. Ante esto Miguel contestó:

- Estimado Viejo José – con un tono relativamente desafiante – se que tu te preocupas de nosotros, pero por hoy nos podrías dejar tranquilo, yo y mi hermana estamos entretenidos contemplando y jugando con los obsequios que nos dejó nuestro padre. Estos regalos son lo único que tenemos de él, esto fue lo que el nos dejo antes de su partida.
- Entiendo Miguel – respondió como lo hace alguien que habla con autoridad pero sin necesariamente recurrir al enojo – se que esos obsequios los dejó tu Padre y en eso no hay nada que discutir. Lo discutible en este caso es que ustedes se acuerdan más de los regalos de su Padre que de el. Yo se muy bien que mi entrañable amigo está en una singular batalla en estos momentos y que sin mayores contratiempos saldrá victorioso. Sin embargo ustedes no se preocupan de Él, se que ustedes son pequeños aún, pero lo suficientemente grandes para comenzar a aprender las cosas valiosas de la vida. ¿Qué es más importante? ¿El Regalo o la persona que te dio aquel obsequio?. Yo pienso que hacen bien en preocuparse de los regalos que su Padre les dejó pero lo harían mucho mejor si primero se acordarán de su Él y de cómo utilizar esos regalos para perpetuar su nombre en esta tierra.
- Es cierto lo que dice el viejo José – dijo Francisca con una dulce voz – hemos hecho mal en solo contentarnos con estos regalos, nuestro Padre es mas que esto…
- Perdón estimado José – interrumpió Miguel con un tono de voz resignado – es verdad lo que dices y no estuvo bien lo despreocupados que estuvimos de nuestro padre.
- No dramaticemos tanto – dijo el viejo José con una sonrisa entre labios – queda mucho de vida y no nos enredaremos en estas peleas cotidianas. Vamos acérquense y abrácenme como lo harían si su padre estuviera con ustedes.

Abrazados al Viejo José, éste les comenzó a relatar sobre como los veía su Padre y cuando les comenzaba a contar sobre los sueños para sus vidas, el cansancio invadió a los pequeños, tanto así que tuvo que llevar a miguel y a francisca a sus camas. Al colocar a la pequeña en su cama, esta abrió los ojos y le preguntó al Viejo José:
- Podrías relatarme cuales son los sueños que nuestro Padre tiene para nosotros – con voz cansada y entrecortada dijo Francisca– dinos, no seas malo.
- Mañana cuando despierten – contestó dulcemente el Viejo José – te lo prome…

No alcanzó a terminar la frase el viejo José, cuando escuchó los primeros suspiros de los pequeños. Suspiros de soñadores, durmieron como niños alimentados de un verdadero sueño, tanto así que el Viejo José ese día no durmió y se quedo contemplando sus vidas al son del tic-tac del reloj.

Visiten el siguiente blog: http://misupermundo.blogspot.com/
Foto: http://www.xyfos.com/images/regalo.jpg

sábado, julio 07, 2007

AVISO!!

Hola a todos!... A mediados de agosto habrá un nuevo regalo en mi blog. Me encuentro en temporada de ultimas pruebas y examenes y por eso no he podido actualizar el blog, asi que cuando salga de vacaciones lo primero que haré será actualizarlo.

nos vemoooos
y gracias por los comentarios que han dejado en este espacio!!

chauuuu

Andrés




miércoles, junio 27, 2007

"Espada y Flor"

"Dos niños se quedan solos tras la partida de su padre al campo de batalla. Éste antes de partir les deja un tesoro que los niños descubren al día siguiente. Una Espada para su hijo Miguel y una Flor para su pequeña Francisca"

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Día con cielo cubierto y un frío que inunda hasta los huesos. Se oyen las voces de dos hermanos. La tierna voz de la pequeña Francisca que dice un tímido “papi” y la voz de miguel que dice “no está”. Ante esta respuesta la pequeña rompe en llanto y Miguel corre para abrazarla, intentando en vano consolarla, mas Francisca está desconsolada ante la partida de su amado padre. Solo frío, tristeza y soledad inundan la mañana. Pequeños diálogos de hermanos buscan interrumpir aquel silencio que se hacía eterno. De un momento a otro la pequeña se pone en pié y llama aceleradamente a Miguel pidiéndole que lleve una pala y que la acompañe hasta ese gran árbol que hay atrás de la casa apegado a la montaña. Después de correr por unos minutos Francisca se sienta en el verde pasto e intenta comunicarle lo siguiente a Miguel:
- Hermanito – le dice Francisca con evidentes muestras de cansancio – nuestro padre me confesó que pronto le tocaría partir nuevamente a la guerra y en ese caso nos dejaría dos obsequios, justo en ese pedazo de tierra que no está cubierto por pasto.
- Te refieres a ese lugar – le contestó Miguel apuntándole con el dedo - … ahora entiendo por qué me hiciste traer la pala.
Aun cuando Miguel era mayor que su hermana, no tenía la suficiente fuerza para cavar solo, así que tuvo varios descansos antes de encontrar lo que se hallaba cubierto por tanta tierra.
- ¡OH es un tesoro! – Exclamó saltando la pequeña – ¡mi padre nos dejó un tesoro!
- ¡OH deberas es un tesoro! – Dijo un tanto cansado el muchacho de 11 años – ayúdame a subirlo que estoy muy cansado.

Después de varios intentos el baúl estaba sobre tierra nuevamente. Ambos abrieron al mismo tiempo el baúl y asombrados vieron que su padre les había dejado un regalo a cada uno y aparte dos notas. Francisca y Miguel tomaron lo que había en el baúl y se sentaron justo debajo del frondoso árbol. Miguel abrió la primera carta y la leyó en voz alta:
“Pequeños, no saben cuanto los quiero, no saben cuan feliz me hace verlos cada día crecer. Me emocioné al ver sus primeros pasos en esta tierra, sus alegrías y su tierno descanso. Ahora cada minuto que pasa veo que están inundándose de sabiduría. Como pueden observar no estoy en casa y no volveré hasta nuevo aviso, pero les prometo que volveré. Les dejé unos regalitos que están envueltos en sábanas de seda”. Su padre que los quiere mucho. “General del Ejército Verdadero”.
Al leer la carta los niños sonrieron y en sus miradas comunicaban que comprendían que todas las historias contadas por su Padre no eran fruto de su inconmensurable imaginación, sino que aquellas historias eran verdaderas y que el principal protagonista era su amado Padre.
Después de esto Miguel desenfundó su regalo y observó con total plenitud que era una espada igual de grande como la de un experimentado soldado la cual tenía una nota que decía: “Marichiweu (Diez veces venceremos)” y al reverso salía lo siguiente: “Quizás tengas tu primera batalla mañana o quizás en 10 años más, sin embargo lo que tienes que tener claro es que desde ahora te tienes que preparar”. Aun asombrado y casi llorando de emoción fue interrumpido por su hermana que contemplaba tiernamente su bella flor.
- Hermanito – dijo la pequeña – ¿puedes leer lo que dice esta tarjeta?
A medida que se acercaba, Miguel iba pensando en como cambiar el tono de voz para que se pareciera a la de su padre y así fuera más fidedigna la lectura.
- Dice así – comenzó miguel – “kochü domo” (Dulce mujer) y en el reverso dice lo siguiente: “Este es el aroma verdadero de tu vida, cada vez que tengas dudas de quien eres, acércate a esta flor y sabrás cuan fragante e incomparable eres sobre toda la faz de la tierra”.
Al oír esto su hermana suspiró y acercó la flor para sentirla nuevamente y recordar por siempre su verdadera identidad.

Cuando se dirigían nuevamente camino a casa divisaron a lo lejos a un hombre de rápido caminar que se acercaba. Se quedan parados para así apreciarlo mejor y cuando ya estaban próximo a el se enteraron de que era el viejo José. Aquel entrañable amigo de su padre, el cual se acercó y abrazó a los dos pequeños y les dijo lo siguiente:
- No se preocupen ya estoy aquí – les dijo – su padre les dejó una carta en donde les informaba de mi llegada y me repitió hasta el cansancio que les dijera que “pronto volverá”. Pero hasta que llegue ese tiempo yo cuidaré de ustedes.

viernes, junio 22, 2007

"A Pasos De Un Nuevo Mundo III"

"A partir de ahora me esforzaré en hacer cosas que dejen huella por la eternidad"
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Por despertarse un tanto atrasado Francisco Villalobos tuvo que dar las respectivas explicaciones de llegar unos minutos mas tarde al lugar acordado.
- Disculpe por el retraso Don Olmedo – le dijo – me desperté un poco más tarde que de lo acostumbrado y al parecer la falta de ejercicio me perjudicó el subir rápidamente a este lugar.
- No importa – le contestó – lo importante es que ya estás aquí.
Con la mirada lo invitó a sentarse y le señaló lo hermoso que se veía en este día nublado los rayos de sol que tibiamente aparecían. Después de contemplar juntos este paisaje le preguntó ¿Habías estado antes en este lugar?
- Sí, varias veces, es mi lugar preferido – le contestó Francisco – me gusta como… a todo esto ¿Cómo supo usted que este era mi lugar preferido? (con un tono de voz de asombro mezclado con un tono de encontrar alguna explicación).
- ¿Habrá que decirlo? – Dijo don Olmedo – sonrió y se llevo su mano a la mejilla como hace uno cuando siente que fue descubierto. Supuse que te gusta observar las cosas desde otra perspectiva, que quizás te vendría bien romper algunos paradigmas tanto tuyos como de la sociedad y también creo que… caf! Caf! Ah! Otra vez esta extraña tos.
- Espero que no se resfríe – dijo con tono preocupado Francisco – es por esto que le sugiero que vayamos a algún lugar cerrado en donde podamos tranquilamente conversar.
- No, no te preocupes – respondió Don Olmedo – este lugar es perfecto para darse cuenta de muchas cosas. Mira desde aquí puedes observar lo que Colón descubrió es cierto, la tierra es redonda y no plana como se creía en su época. Te das cuenta que Colón cambio la forma de ver el mundo y en aquellos tiempos fue tildado de loco por no pensar como lo hacía el resto, sin embargo el correr de los años reafirmó lo que señalo insistentemente. Desde aquí puedes ver la majestuosidad del mar y asombrarte de lo pequeñas que se ven las olas. Y así podría seguir diciéndote todo lo que siento y lo que veo pero esta conversación no tendría sentido si no colocó atención a tus palabras por eso me gustaría saber qué es lo que haces cuando vienes hasta acá.
- Bueno aparte de mirar el mar – le contestó rápidamente - el cielo y todo lo demás, siempre traigo conmigo un cuaderno para anotar lo que pienso, además de escuchar buena música evidentemente. Acá no hay ruidos y uno puede escaparse del incesante ruido de la ciudad.
- Francisco – le preguntó amistosamente Don Olmedo – ¿las cosas que has pensado en este lugar se han llevado a la realidad? ¿Has intentado aparte de soñar, despertar y ponerte a trabajar?
- La verdad no creo que sea el más indicado para decir si he trabajado lo suficiente – contestó Francisco – creo que los demás tendrían que decir si lo he hecho bien o no… pero sabe siempre me veo enfrascado en cosas pasajeras, a veces me doy cuenta que hay horas de mi día que no los aprovecho como debería.
- yo creo que a mucha gente le sucede lo mismo – dijo Don Olmedo asintiendo con su cabeza – así que es por eso que te invito a que tus decisiones esten siempre enfocadas bajo esta pregunta: ¿Lo que quiero hacer, generará alguna vez una huella por la eternidad? Me explico, quizás lo que tengas que hacer mas rato después de que haya terminado nuestra conversación es ir y decirle a tu madre que la quieres, quizás es juntarte con uno de aquellos amigos que hace tiempo no visitas, puede que hoy sea la instancia para perdonar, quizás escribir, pensar o simplemente descansar. Pero siempre si quieres hacer cosas que realmente valgan la pena debes de preguntarte si esto tiene o no “eco en la eternidad”.
- vaya pregunta – contestó reflexivamente Francisco – sabe usted que esa pregunta recorre toda mi vida, me acuerdo de tantas cosas que hice sin sentido… y es un reto a partir desde ahora a hacer cosas que realmente valgan la pena… un difícil reto.
- asi como dices – dijo Don Olmedo- es un difícil reto pero para comenzar no tienes que recriminarte por las cosas que hiciste en el pasado, ahora debes de mirar tu presente para así tener un buen futuro, invierte tu tiempo, no lo malgastes…

Y después de estas palabras ambos como si fueran viejos amigos bajaron desde aquella “montaña” de arena conversando y riendose de las cosas de la vida. Después de unos minutos cada uno tomó dirección a su casa.

miércoles, junio 13, 2007

“Café Despertar”

“Temprano en la mañana me junté con Don Olmedo, el me señaló este horario porque así podíamos tener una conversación más provechosa y sin interrupciones”
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Si les contara del cómo conseguí una cita con “Don Olmedo” simplemente no me creerían, ¿Quién me creería que el curadito de la esquina había oído hablar de Él? Cuando le pregunté si lo conocía me dijo que solo de oídas lo había oído, sin embargo guardaba como un tesoro aquella dirección y número telefónico para encontrarlo. Al llamar a Don Olmedo éste me dio dos posibilidades para juntarme con él, me dijo que fuera temprano en la mañana o tarde casi en la madrugada. Yo un tanto extrañado le pregunté ¿Por qué? A lo cual me respondió que esas eran las formas en donde uno podía estar a solas y conversar sin ser interrumpido por nadie (otra forma que me dijo posteriormente era de encontrarnos en un lugar alejado). La cita quedó pactada para un frío miércoles con pronóstico de lluvia.

Llegué a las 9:00 AM (puntualmente) al café “Despertar” y me asombré al ver que “Don Olmedo” se encontraba ya presente e informándose del acontecer político y social del país. Me senté y la conversación fue la siguiente:
- Hola “Don Olmedo” – le dije – ¿como está? Hace un poco de frío.
- Muy bien gracias, es un honor para mí poder compartir contigo un momento de conversación… ¿es idea mía o te vi junto a tu madre en el tema “soñar nuevamente”?... a todo esto ¿como te llamas?
- Me llamo Francisco Villalobos y tiene razón, yo estaba ese día junto a mi madre y mi hermano, déjeme decir que me impresionó como usted hablaba y se dirigía…
- Muchas gracias – me dijo – pero no es necesario el halago, es solo mi trabajo y con gusto lo hago, lo que me importa realmente es ¿cómo estás tu? Eso es lo relevante para el día de hoy… quiero saber quién eres.
- Bueno tengo 16 años y vivo en Viña del Mar, estoy en la enseñanza media…en fin (terminé la frase como si hubiese hablado un largo rato), después de un silencio le pregunté ¿Sabe a veces no entiendo del por qué hay tanta gente que está disconforme consigo misma? (no se bien porque le tomé confianza y le comencé a preguntar cosas)
- A todos les sucede – me dijo – siempre veo a gente que tiene sus pensamientos centrados en su “paradigma” (al ver mi cara de incomprensión, prosiguió de la siguiente manera) haber me explico… todas las necesidades de las personas están centradas en su mundo, en su quehacer, en su afán. Rara vez las personas piensan en los demás, en los problemas de los otros, sino que todo lo centran en sus necesidades y en cómo satisfacerlas. Otro punto a considerar estimado Francisco es que la gente tiende a compararse inevitablemente con el otro y lo que tiene que tener en claro cada persona es que cada uno de nosotros es diferente, en su forma de ser, de hablar, de actuar y de pensar. Pero te has fijado en que la mayoría de la gente se compara con otro simplemente en cosas materiales?
- Si es verdad – le contesté - es raro nombrar a alguien por lo sabio que es, sino que se le nombra por lo exitoso que es.
- Lo que el mundo tiene que tener claro es que siempre van a haber personas mejores que uno y van a haber personas peores que uno, según nuestra forma de pensar… pero hay que pensar de otra forma, hay que ver las cosas desde arriba, como miradas desde el cielo, al verlas desde esa perspectiva todo nuestro mundo cambia, algo sucede que comenzamos a ver de forma diferente. ¿Has tenido alguna vez un problema y por esas cosas de la vida subes un cerro o estas en un elevado edificio? Si nunca lo has hecho te invito a hacerlo estimado Francisco, esos grandes edificios, esos grandes problemas se ven la nada misma comparado con la majestad de los cielos.
- En verdad… tiene razón… siempre vivo inmerso en mis problemas, en mis quehaceres en mis metas (no sé por qué rápidamente me sinceré) y todo cambia como bien dice usted al ver los problemas “desde la perspectiva del cielo”… (por un momento me quedé mirando la tasa de café y mi cabeza y mis manos adoptaron la típica posición de estar pensando o reflexionando… de pronto miré la muralla y vi el reloj que indicaba las 10:00 hrs. y apurado le dije a “Don Olmedo”)… sabe me tengo que ir, a las 10:15 tengo que llegar al colegio…
- Entonces nos estamos viendo – me dijo - cuando tu quieras juntarte conmigo aquí yo estaré disponible, para lo que sea. (Me miró con cara sonriente y tenía un tono de voz cariñoso, como si me conociera por mucho tiempo).

Y después de esto me abrazó y me entregó un papel que guardé en el bolsillo de mi pantalón. Me despedí rápidamente, tan rápido que ni siquiera cancelé mi café, espero que Don Olmedo lo haya hecho por mí. Al sentarme en la micro que me llevaría al colegio, saqué el papel que me había dado y éste decía: "El crecimiento nunca es el producto del esfuerzo, sino de la vida" Augusto Strong, Lo que me tuvo pensando gran parte del día, hasta ahora que me voy a dormir.

miércoles, junio 06, 2007

“A Pasos De Un Nuevo Mundo II”

“Hace algunas horas escuché a Don Olmedo y aun me resuena una frase de su discurso: El sueño es único y solo hay una persona que puede hacer realidad ese sueño y ¡ese eres tu!”
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Me encuentro nuevamente en el mismo salón que el de la semana pasada, pero ahora todo es distinto, las luces están apagadas, y no es porque se haya suspendido la visita de “Don Olmedo” sino es porque he llegado una hora adelantado en compañía de mi madre y de mi hermano. No fue fácil convencer a mi madre de que viniera a esta conferencia, ayer por la noche le pregunté repetidas veces si vendría hoy a escuchar a Don Olmedo y creo que de tanto insistir hoy día me está acompañando… A las 8:59 de la mañana entró Don Olmedo, vestido con un perfecto abrigo plomo y su inconfundible barba blanca. Se sentó por un momento y al revisar nuevamente la hora su discurso comenzó:

- “Buenos Días. Sean todos bienvenidos. El tema de hoy se llama originalmente “Soñar Nuevamente II”, estuve toda la semana pensando como se llamaría y este fue el fruto de tanto pensamiento. Para soñar nuevamente hay que tener en claro los siguientes aspectos que se muestran claramente en la diapositiva: 1) El verdadero sueño es aquel que te cautiva y de paso cautiva a otros; 2) el sueño tiene que vencer barreras culturales, prejuicios y debe de ser imposible; 3) el sueño no puede esclavizarte; 4) y quizás el mas importante de todos el sueño es sólo una parte de tu vida.
El primer aspecto hace mención a que el sueño debe de cautivarte y cautivar a otros, sin duda ustedes me dirán que en un comienzo el único apasionado por aquel sueño eres simplemente tu y eso es sumamente verdadero, pero con el paso del tiempo si tu anhelo es verdadero comenzará a cautivar a otras personas, algunas veces de la nada, algunas veces hablando con otros. El segundo aspecto hace mención que debemos alcanzar cosas utópicas, algo que para nosotros es imposible porque un sueño así saca a la luz tus defectos y hace relucir tus fortalezas, tus capacidades. El tercer punto es sumamente importante ya que hay algunas personas que viven por el sueño, dedican todo su tiempo en la realización de éste, es su centro y dejan de lado otras cosas. El cuarto aspecto va muy ligado con el tercero porque el sueño debe de tomarse no como el motor de tu vida, sino como algo que llena de vida tu existencia, es por esto que no debes de dejar de lado tu vida familiar, sentimental, laboral, educacional, etc. Es sumamente importante que entendamos que no hay sueños mejores que otros… caf! Caf! ¿Que extraña tos no es cierto? permítanme unos segundos creo que necesito un poco de agua…”

- Yo estaba impresionado, quizás no puedo dimensionar ahora sus palabras pero estoy asombrado por la firmeza de su voz, por su sabiduría y su pasión al hablar. Me emociono al escucharlo y al ver como impacta paulatinamente todo este salón.
- “…gracias por esperar en silencio, sin duda me hacía falta un poco de agua. ¿En qué estábamos? Ah! Es importante que entendamos que no hay sueños mejores que otros, no hay mejores ni peores personas para llevar a cabo la realización de aquel sueño. Debemos de entender que si nuestro sueño es verdadero, en el mundo habrá solamente una persona que lo podrá concretar. Me explico… cada uno de los asistentes a este tema tiene o tendrá un sueño, y ese sueño es único, como cada uno de ustedes es único, es decir, aquel sueño que tienes en mente, lo puede realizar sólo una persona y esa persona eres tu!. Si! Aun cuando tengas miles defectos y las virtudes ni siquiera tu las puedas enumerar, tienes que tener claro para siempre, hasta el fin de tus días que solo tu!, si solo tu lo podrás lograr”.


Al concluir con sus palabras, se escuchó un silencio que rompió en aplausos y que inesperadamente se acabó con la siguiente invitación de Don Olmedo: ¿Alguien quiere hacer alguna pregunta?. Y ante esta invitación se levantaron varias manos…
Lamentablemente nos tuvimos que ir yo con mi madre, mi hermano se quedó porque tenía clases en una hora más. El camino de vuelta a clase estuvo marcado por lo que dijo Don Olmedo, pero sin embargo algo me resonó durante todo el día y ahora antes de dormir lo vuelvo a recordar: “El sueño es único y solo hay una persona que puede hacer realidad ese sueño y ese eres tu!”.

miércoles, mayo 30, 2007

"A Pasos de un Nuevo Mundo"

“Temprano en la mañana la rutina tiene un inesperado vuelco y de un momento a otro me encuentro a pasos de experimentar un nuevo mundo”
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Mi madre me llevaba camino al colegio y en el transcurso del viaje, suena su celular y de improvisto el auto toma primera vía y en la esquina dobla a la derecha como si fuera a tomar el camino de regreso a casa. Después de pasar unos semáforos no cabía duda, nos dirigíamos a casa porque a mi hermano mayor se le había quedado en su pieza el trabajo que a última hora ayer había logrado terminar. Se estacionó como de costumbre unos metros antes de llegar a la casa, porque así le era más fácil estacionar y salir nuevamente. Se demoró bastante poco y su agitado respirar evidenciaba el esfuerzo. Yo por mientras me entretenía con la radio pero no encontré ninguna buena frecuencia y simplemente la apagué. Después de unos bostezos durante el camino llegamos a la Universidad de mi hermano, mi madre se bajó y me señaló que no me moviera ya que ella regresaría en unos instantes.

En un principio me quedé tranquilamente sentado mirando como pasaba uno que otro estudiante atrasado. Sin embargo me aburrí y en un abrir y cerrar de ojos la puerta del auto se abrió “sola”, y mis pies de un momento a otro se encontraban solo a pasos de distancia de explorar este nuevo mundo. Saludé al guardia de la entrada como si nada pasara y le pregunté vanamente por mi hermano, sin embargo el me dijo que no lo conocía ya que había llegado hace solo un par de semanas a este nuevo trabajo. Luego pregunté a alguien que pasaba, dónde se encontraba la carrera de Psicología y me dijeron que quedaba justo al lado de la escala que dirige al segundo piso. Para mi sorpresa al llegar a la sala, ésta se encontraba vacía y con la luz apagada. De pronto sentí un fervoroso aplauso, así que corrí lo más rápido que pude para así no perderme tan emotivo momento.

Llegué al origen de los aplausos y en la entrada salía: “Auditorio Francisco Villalobos, invitado especial para la carrera de Psicología, Don Olmedo”. Alcancé a llegar justo cuando los aplausos se acababan y este señor de barba blanca y de mediana altura decía un sentido: “gracias”. Y su primer discurso terminaba mas o menos así: “No importa cuan joven o cuan viejo seas, tu debes de tener un sueño, no cualquier sueño, éste debe de ser noble y que involucre el bienestar de los demás. Si tú tienes en mente una idea así, entonces es tiempo de comenzar y trabajar en ver alguna vez ver ese sueño convertido en realidad. Te animo fervientemente a que te enamores de un sueño noble, que te aferres a él y que des todo por conseguirlo. Estimados lamentablemente el tiempo ha terminado, muchas gracias por escucharme y colocar atención a mis palabras, recuerden que el próximo lunes volveré nuevamente a este auditorio para brindarle la segunda parte de este tema llamado “Soñar Nuevamente”, los espero, hasta pronto, muchas gracias…”.

Cuando Don Olmedo terminó de hablar, el único sonido que se escuchó en un par de minutos fueron aplausos, emocionantes aplausos que “Don Olmedo” contempló silenciosamente de pié, asintiendo con la mirada tanto cariño entregado. Al terminar los aplausos escucho que mi madre me llama de la escala... miro por última vez el auditorio y me dirijo hacía donde ella. Al llegar al auto mi madre me pregunta:
- ¿Qué hacías mirando desde la puerta de ese auditorio?.
- Escuchaba un tema de los sueños – le contesté - hablaba un tal “Don Olmedo”… a todo esto mami. ¿Tu tienes un sueño?... Porque si no tienes un sueño, este caballero al que escuché va a dar la segunda parte de su tema el próximo lunes, ¿te animas a venir?...

lunes, mayo 21, 2007

"Tesoros En La Bodega"

"Nunca imaginé hallar una lección de vida intentando ordenar una sucia y polvorienta bodega "
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Día festivo en mi natal país. Ayer el estudio comenzó a ser fructífero recién avanzada la noche y es por eso que concluí de madrugada. Para variar me desperté con los ojos cerrados y al escuchar ruidos mañaneros, no me quedó otra opción que abrirlos. Recién ahí me enteré que no era de mañana, sino que el sol ya tenía algunos rayos calurosos de la tarde. Tenía que levantarme y ordenar mi pieza. Cuando terminé de ordenar recordé que hace unas semanas atrás mi madre me había dicho que tenía que ordenar la polvorienta bodega que está detrás de la casa, aquella bodega casi imperceptible e invisible para todos. Tenía que ordenarla, no sabía el motivo, pero algún día lo tenía que hacer. Me cambié de ropa y ahora usaba aquellas vestimentas que alguna vez fueron nuevas y que ahora solo los que viven en mi casa la conocían. Busqué la llave de la bodega y me dio risa pensar del por qué tanta seguridad para objetos olvidados, cachureos y quizás cuántas telarañas.

Lo primero que vi y no es de extrañar, fue sin duda un gran desorden. Después de sacar unos cuantos palos viejos y uno que otro fierro oxidado me encontré con un empolvado libro. Soplé como se hace en las películas y abrí el álbum de fotos de par en par. Eran fotos en blanco y negro, fotos de la infancia de mi abuelo y una que otra foto en donde salía con mi abuela. Después de unos minutos dejé el álbum al lado de la puerta para así no olvidar de llevármelo a mi pieza, porque sin duda es parte de mi familia y parte de mi historia de vida. Después de dejar el álbum, me doy vuelta y mis pies pasan a llevar un bulto tapado con un plástico negro y siento un débil sonido de una campanilla. Me agacho, descubro el bulto y veo ante mí, aquel tren que me entretuvo durante fríos inviernos y calurosos veranos de infancia. Y pensar que lo había perdido y sin embargo ahora ya grande lo vuelvo a recuperar. Así que lo dejé al lado de la puerta, donde mismo había dejado el álbum de fotos, ya que este tren es parte de mi infancia y sin duda parte de mi vida. Al correr aquel plástico negro no me percaté, que habían libros en la parte superior, así que al dejar aquel tren, escuché varios libros caer, lo cual trajo consigo una nube de polvo.

Ordené los libros del más grande al más pequeño para así dejarlos nuevamente en su lugar. Pero al terminar de ordenarlos me percato que había un libro que estaba un poco más alejado, al lado de una polvorienta esquina. Me acerqué y vi que en la tapa decía: “Segunda Guerra Mundial”. Me acordé inmediatamente del día “D” y de paso de la afamada película “Rescatando al Soldado Ryan”. Al cerrar la enciclopedia y colocar el libro en posición vertical, se desprendieron 3 pequeñas hojas que tomaron distintas direcciones en esa aún polvorienta bodega. Tomé la primera de ellas un tanto molesto, pero por esas cosas de la vida me animé a leerla detenidamente: «Marcharé al frente de ti, y allanaré las montañas; haré pedazos las puertas de bronce y cortaré los cerrojos de hierro. Te daré los tesoros de las tinieblas, y las riquezas guardadas en lugares secretos, para que sepas que yo soy el Señor… Me pregunté si será un discurso de algún general en alguna batalla en la segunda guerra Mundial, me pareció interesante, así que la guardé en el bolsillo de mi chaqueta. Me di vuelta para buscar la otra hoja y encontré algo que decía más o menos así: “El que halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará. ¡Que buen discurso de guerra!, pero éste a diferencia del otro daba una referencia: “Mt 10:39”. Y después de leer esta segunda hoja me puse a pensar, del por qué no había ordenado antes esta bodega. Me acordé de la existencia de la tercera hoja que se había caído y en ese instante escucho la voz de mi madre que me llama a almorzar. Y antes de salir de la bodega me recordé de lo bueno que había sido adentrarme en el, ya que encontré un álbum de fotos de mi familia, el tren de mi infancia y estas hojas que me han hecho volar. Sin duda estas tres cosas son parte de mi vida, pero me llamaron poderosamente la atención esas hojas escondidas en la enciclopedia, aún me falta buscar la tercera hoja y a partir de mañana entraré más seguido en la bodega y trataré de encontrar aquel libro que contiene tan inconmensurables discursos.

foto: www.ignorancia.org/uploads/images/bodega/bodega.jpg

miércoles, mayo 16, 2007

"Crónica De Una Libertad"

"Antes de llegar a la libertad el más joven de dos amigos se animó a escribir, para así dejar su historia que quizás se recuerde en la nueva realidad”
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Dos amigos inseparables habían luchado con todas sus fuerzas para llegar ahora a metros de la ansiada libertad. Sonreían a cada paso que daban y constantemente soltaban una carcajada. Se recordaban de los tiempos malos, de las penurias que tuvieron que pasar, de conflictos sin sentido en donde tuvieron que callar. Sin embargo todo lo malo había quedado atrás, el cansancio se olvidó por un rato, el hambre y la sed también. Cuando estos dos amigos pensaron que esta travesía había terminado se encontraron que a la vuelta de un pequeño monte tendrían que atravesar un último obstáculo, un túnel que guardaba mitos y leyendas acerca de gente que lo había intentado cruzar. Se miraron, estrecharon por última vez sus cansadas manos y ambos mirando hacia adelante señalaron que solo había una oportunidad para llegar a la ansiada libertad: “avanzar y pasar el túnel”.

Los primeros pasos dentro de aquel túnel fueron seguros y confiados ya que aun podían tener algo de luz al avanzar, pero poco a poco el silencio comenzó a reinar y consigo trajo inseguridad y miedo al caminar. En medio de este frío escenario ambos comenzaron tímidamente a hablar, comentaban que quizás todos los cuentos que se decían de este lugar, en un instante se convertirían en realidad y ellos desafortunadamente serían los protagonistas. Lo único que podían divisar era un atisbo de luz al final, que quizás no era una luz en realidad sino que una sugestión producida por ellos al querer llegar a la nueva ciudad. Todo era oscuridad porque se encontraban en la mitad del tramo. Habían dos opciones: “retroceder y mirar a lo lejos la libertad; o avanzar y llegar a disfrutar de algo nunca antes conocido por estos dos viejos amigos”.

Después de unos segundos de silencio, se abrazaron fuertemente casi agotando las últimas fuerzas que les quedaban y se juramentaron que llegarían a la nueva ciudad. Como tenían tanto miedo decidieron recorrer el último tramo cantando para así evitar distraerse y simplemente concentrarse en caminar. A medida que cantaban los invadía una valentía, una seguridad nunca antes conocida. De repente uno de ellos, el más joven de aquellos inseparables amigos se silenció, sin embargo el viejo Pablo siguió caminando y cantando. Al poco andar el viejo Pablo se dio cuenta que no sentía la voz de su amigo José, ni siquiera los pasos de él, sino que en cambio sentía un ruido como si alguien estuviera buscando algo en la mochila de su inseparable compañero.

Permaneció inmóvil sin saber qué hacer, qué pensar, qué decir. Y al cabo de unos minutos el túnel se silenció tanto así que Pablo escuchaba nítidamente los latidos de su corazón. ¿Qué hacer? ¿Seguir? Esto era lo que se preguntaba el mayor de los amigos ya que sin José no valía la pena continuar este viaje. De un momento a otro comenzó un acelerado sonar de hojas y de pronto se escuchó el sonido de un fósforo prenderse y tras ellos se vio una hoja que fue usada como antorcha que iluminó la cara de José. Pablo ya casi sin aliento lo retó a la distancia y se acerco preguntándole porque no había le había informado de su idea. Sin palabras José le pasó la antorcha a Pablo y con la vista le enseñó un cuaderno en blanco en donde en este instante comenzaba a plasmar sus historias que lo habían llevado un día a soñar con la libertad y que sin embargo ahora a pocos minutos el intentaba de la manera más fidedigna inmortalizar. Pablo en ese momento entendió lo sucedido y se mantuvo en silencio un largo rato hasta que su amigo José terminó de escribir. José se puso en pie y guardo su cuaderno en la mochila y siguieron caminando hasta terminar con éxito esta última travesía.

No hay palabras para describir lo que Pablo y José vieron al término de este agotador viaje. El sol para ellos en este lado de la libertad era más caluroso y amigable. El sonido de las aves era incomparable. Hasta el aire que respiraban era único, era nuevo, era perfecto. Corrieron con sus últimas fuerzas hasta alcanzar el monte más alto que pudieron hallar y desde ahí se abrazaron un largo rato y conversaron de lo que tuvieron que pasar mirando desde esa tribuna la anhelada ciudad.

Extracto del escrito dejado por el “Viejo José”


pd: den una vuelta por este blog http://pausasdepaus.blogspot.com/

miércoles, mayo 09, 2007

"Adiós a Mi Viejo Calzado"

"Un día estaba tan agotado que comencé a soñar y el sueño me sorprendió y me regaló un nuevo andar".
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Ayer fue un día extraño, agotador, llegué a mi casa y me acosté. Me quedé dormido al instante porque tuve un extenuante día. De un momento a otro comencé a soñar que volvía a ser niño, que estaba abrigado en mi cama y por esas cosas me levanté motivado por una curiosa sensación. Todo estaba a oscuras en mi pieza así que tuve que deslizar mis dedos por la pared para así no caerme y encontrar el interruptor de la luz que iluminaría aquella fría y oscura habitación. Después de deambular a ciegas por mi habitación, hallé el interruptor y mágicamente mi pieza se iluminó. En ese momento el sueño pareció haberse esfumado así que busqué lentamente las pantuflas, sin embargo no las hallé. En vez de encontrar aquel peludo calzado, me encontré con unos zapatos brillantes que sentía que iluminaban mi rostro y todo mi cuerpo.

Me aventuré a ponérmelos y al ver que me quedaban grandes me dio tanta risa que en un instante estallé en un alegre llanto, ya que los observaba y me quedaban demasiado pero demasiado grandes. A paso lento me dirigí hacia la puerta, para ir a la cocina y prepararme algo para comer, pero por arte de magia podía avanzar cada vez más rápido, no tengo la menor idea si mi pié se agrandó o asombrosamente el zapato se amoldó a mi temeroso caminar.
Antes de abrir la puerta me di cuenta que algo había en el interior de mi zapato derecho, así que me detuve y me senté en la alfombra azul que recubre el piso de mi habitación. Me saqué el zapato y metí la mano para buscar aquella molestia que notaba al caminar.

Mis manos alcanzaron y tocaron aquel recado que había en su interior. Ante mi asombro había un papel igual de radiante que aquel nuevo calzado. Lo abrí con la emoción de haber encontrado un calzado nuevo y con un mensaje en su interior. Aquel papel era tan delicado que tenía miedo que se fuera a desvanecer, así que con mucho cuidado lo abrí de par en par y comencé a leer lo que decía en su interior: “Mi Querido hijo, mi pequeño, mi regalón. Tomé prestado tus pantuflas y te dejé mi calzado en su lugar. Se que tu no tienes el tamaño de mi pié, tampoco tienes las fuerzas ni los músculos para caminar en ellos. Sin embargo te los doy porque eres mi hijo y quiero que andes como yo, confiado y sin temer peligro alguno”. Al leer estas palabras quede un tanto extrañado pero a la vez impresionado, sentía como si un gran abrazo fue dado por aquellas palabras, fue como una verdad que invadió mi corazón… no sé como explicarlo, quizás tu te lo puedas imaginar mejor que yo y puedas señalarme esta alegre sensación. Al reverso de la hoja, estaba escrita la siguiente pregunta: “¿Aceptas mi regalo?”. Y yo sin pensarlo grité: siiiiiiii!!. En ese mismo instante se abrió la puerta y con cara de asombro veo la presencia de mi Padre que viene hacia mi con los brazos abiertos y con una sonrisa enorme en su cara. Me abrazó como nunca antes había sentido un abrazo y comencé a llorar, a reir, para después navegar en un silencio que lleno de paz mi descansar.

lunes, abril 30, 2007

“Camino al Campo De Su Vida”

“Aún cuando estés agotado de la vida, aún cuando tu trabajo no sea por todos elogiado, tienes que levantarte y diariamente trabajar en él, aun cuando solo te rodee un dulce y frío silencio”. ver texto

Manos arrugadas y quebradas por el sol, jeans de tono blanquecino por efecto de la tierra y el desgaste de tanto uso prolongado, camisa a cuadros arremangada hasta los codos por su dueño, botines negros que ya son plomos por efecto de la tierra, sombrero negro desteñido por el sol y maltratado por la lluvia se dirige a paso firme por los caminos del sur de Chile al campo que su padre le dejó como herencia.


Es comienzo del mes de Agosto y camina pensativo al lugar de tanto esfuerzo y de tanto sacrificio. El año pasado fue un duro golpe para su trabajo, ya que hubo sequía como no la había durante 50 años en ese austral país del mundo. Se recuerda todo lo vivido, respira silencioso tanto así que el viento es solo su único compañero. Mira su pala, levanta su vista al cielo y se dice asi mismo: “Francisco Villalobos, es tiempo de trabajar, no hay tiempo para quedarse entrampado en lo que sucedió el año pasado, hay que trabajar porque el Dios de los cielos te dará el sustento para tu vida continuar”.

El primer golpe de la pala a la tierra le recuerda cuando acompañaba a su padre en estas labores, todo le era más fácil ya que contaba con su experiencia y su paciente sabiduría. Él sin duda sabía cuando había que regar y cuando se tenía que cosechar. Cuando era niño su padre le dijo una frase que ahora resuena en su mente y recobra un inmenso sentido: “Este algún día será tu campo y nadie más se preocupará de él, tu tendrás la misión de cada año sembrar, no importando enfermedad, tristeza o soledad”.

Piensa que tal vez este será el último año en que estará en medio de su campo plantando aquellas semillas que sólo Dios sabe si germinarán. En realidad debe darle gracias a Él por tener ese campo inmerecido, tan sólo es un obrero que no sabe cómo hacer aparecer el sol, cómo mitigar la niebla ni menos puede decirle a los cielos que lluevan. Al igual que todos los años piensa que esta será su última siembra y anhela ver con sus ojos el regalo de la cosecha, así ha sido siempre, esa es su vida y si no sigue haciendo esto siente que su existencia pierde sentido. Aun cuando se está quedando sin fuerzas por el trabajo de cada año de quitar la maleza que nadie se atreve a arrancar, de levantarse temprano en la mañana con su pala y rastrillo. Bien sabe Francisco que esa es su labor y la hace con gusto, obrando con fe que el Creador de los cielos, si es su buena voluntad, le dará el sustento diario con el cual pueda a su familia alimentar.

Y así comienza una nueva etapa en su vida. Sabe perfectamente cuales son los problemas que enfrentará pero no vislumbra con que magnitud estos problemas lo intentarán derribar; debe de ser fuerte para soportar la lluvia; esforzado para día a día trabajar o planificar; descansar las horas necesarias para que así sus energías se renueven al despertar. Pero de algo estoy seguro, que Francisco Villalobos no descansará hasta haber plantado en su campo aquellas semillas que con el tiempo germinarán. Cuando su tarea ya está cumplida ahora le queda de esperar el milagro de la cosecha y espera con ansias poderlo contemplar.


jueves, abril 26, 2007

"Trabajo De ..."

Cansado me despierto en la mañana. No hallo nada mejor que prender mi televisor, cambio constantemente de canales pero hay algo que me llama la atención. Es un grupo que se moviliza con gran decisión.
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Como siempre prendo la tele al despertar, cambio de canales y veo un grupo que se está movilizando. Son las 10 de la mañana y entre un par de bostezos preparo mi desayuno, me miro al espejo y trato de peinarme pero al parecer no hay arreglo. Y al terminar de desayunar no tengo nada más que hacer, ayer tuve un día muy malo y creo que la premisa de hoy es descansar para ver que sucede, me propuse hacer nada, simplemente dejaré que las horas pasen y las cosas sucedan. No tengo nada mejor que mirar aquel televisor sin embargo un grupo en movimiento llama mi atención. Veo que avanzan en conjunto y me da la impresión que caminan un tanto atolondradas con una carga de color blanco sobre sus espaldas, otras en cambio llevan una pesada carga de alimento en sus espaldas, casi 50 veces su propio peso, algo que a mi me parece increíble y pienso que es una exageración del comentarista.

A medida que avanza un grupo, existe otro que se adelanta y ensancha el camino, agradan una zona de éste, dibujando una nueva ruta y creando túneles para proteger tanto a las esforzadas compañeras como así también proteger a esas pequeñas cargas blancas que llevan sobre sus espaldas que ahora me doy cuenta que son larvas.
Al parecer la marcha de este grupo está por finalizar porque han encontrado un nuevo escondite, un nuevo refugio en donde cada una de las hormigas entran en fila, ordenadas y dispuestas a crearles un refugio inclusive con sus propios cuerpos a este grupo de larvas que próximamente se convertirán en hormigas. Mientras un grupo de hormigas se preocupa de proteger a esta nueva generación, las hormigas obreras van en busca de alimento, ya que al aumentar la cantidad de habitantes mayor es la demanda de alimento que saciar.

Dado que hay que buscar gran cantidad de alimento, las hormigas deciden atacar un termitero porque estos refugios son más grandes y cuentan con gran cantidad de alimento en donde podrían albergar a la colonia existente así como también a futuras generaciones. Pero la tarea no es sencilla, bien sabido por todos que las termitas son bastante más grandes en tamaño y fuerza que las hormigas. Así que las hormigas deciden "trabajar en conjunto", "atacar al enemigo entre varias", "buscar el punto débil del enemigo" porque esa es la única forma de obtener una victoria y utilizar las fuerzas del modo adecuado. Primero deben cruzar la barrera que protege al termitero y derrotar una a una todos los mecanismos de defensa que existen para evitar la invasión de estas hambrientas hormigas por alimentar a una nueva generación. Algunas termitas caen derrotadas pero las fuerzas de las hormigas cada vez son menores. La tarea se complica cada vez más ya que algunas de las compañeras de batalla caen habiendo dado su vida por el bienestar de otros. El triunfo se ve lejano porque aun falta lo más complicado, llegar donde se encuentra la termita reina.

Lamentablemente las hormigas se comunican entre sí que es tiempo de retroceder, de ir al refugio y llevar el alimento encontrado para alimentar a la nueva generación. Hoy no ha sido un día fácil para las hormigas, han sido derrotadas pero trabajaron duro para vencer. Se devuelven a su hormiguero para planear el siguiente día, porque para las hormigas cada día es un reto renovado.
Apago el televisor y me planteo lo siguiente: ayer no fue un día fácil y quizás el de hoy tampoco lo sea. Ayer caí derrotado, pero hoy es un nuevo día con un nuevo reto que enfrentar. No tiene sentido seguir acostado dejando que las cosas sucedan, no tiene sentido seguir durmiendo aquí como un perezoso, alejado de la sabiduría sin siquiera imitar el ejemplo de esos pequeños seres vivos que se aprovisionan en verano para alimentarse en los tiempos malos.

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lunes, abril 23, 2007

AVISO

Hola!!... Les aviso que hoy lunes no subiré el respectivo "regalo", por asuntos de tiempo y estar muy ocupado en pruebas y trabajos. Pero el día Miércoles 25 de Abril subiré el respectivo regalo. Así que exijanlo este Miércoles en la noche!!
nos vemos
chauuuuu
que tengan una buena semana

lunes, abril 16, 2007

"En Busca De Tesoros"

"¿A cuántos metros esconderías un tesoro? Yo creo que a una profundidad en que ningún perezoso lo pueda encontrar. Pero ¿A cuántos “metros” escondes tu mayor herida? y ¿Por qué lo escondes?"

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¿Esconderías un tesoro donde todos lo pudieran ver?. No creo, ya que es algo de demasiado valor, el cual sólo aquel que busque, luche y tenga paciencia por él, lo podrá obtener. Mientras más grande sea el tesoro, más y más lucharemos por él, quizás dormiremos y despertaremos pensando en él, trazaremos planes y estrategias a seguir. Quizás en la mitad del camino nos demos por vencido y querramos dejar todo de lado, olvidando aquel sueño de descubrir lo que hay en aquel tesoro, pero después de un tiempo de pensar y de haber dejado de lado nuestro anhelo volvemos a la carga para así algún día encontrarlo y disfrutar de todas sus regalías.

Ahora bien, hay ciertas cosas en nuestra vida que guardamos como tesoros y que debiéramos sacarlas a la luz… estoy hablando de aquellas innumerables heridas que puede tener nuestro corazón.
¿Qué hacemos con ellas? Cavamos muy dentro de nuestro ser y ocultamos nuestro dolor para que así nadie pueda distinguirlas a primera vista. Mientras más oculto esté, mucho mejor. Construimos un muro para ocultar nuestro dolor y cuando éste vuelve a nosotros ya sea en la soledad de la noche o cuando nadie nos ve, lloramos o evadimos hacerlo, pero no buscamos solucionar ni menos curar nuestra herida, sino que nos escudamos en aquel “ya pronto pasará”, “mañana estaré mejor” o sino en aquella frase “son tonteras mías”. Y al día o a los días siguientes el dolor es olvidado y volvemos a ser los mismos de siempre.

¿Pero sabes qué? Ese tan odiado momento alguna vez retornará tarde o temprano, quizás no de la misma forma que en el ayer, con otros matices más crudos quizás. Así que si recuerdas alguna vez haber tenido algún dolor o lo estás experimentando ahora, la invitación es a no cubrir esa herida, a no esconderla, sino que a sanarla.
¿Cómo? Quizás el primer paso sea perdonar aquellas situaciones que nos incomodan y que reabren la herida y el siguiente paso sea sanar la herida. Sin duda no es el camino más fácil. El camino más fácil es “olvidar”, el más difícil pero confiable es perdonar y sanar.

Foto: www.tattooedsteve.com/images/treasure%20chest%201.jpg

viernes, abril 06, 2007

"Habla por si solo"

"De la misma forma en que puedes aceptar leer o no este "regalo", puedes recibir o no el mensaje que está a continuación. Pero sencillamente las huellas que dejó en su camino son dignas de seguir"
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No tiene necesidad de hablar, su sola presencia irradia pasión a los demás. Se le puede ver caminando por el más recóndito lugar, su nombre declara lo grande y hermoso que es, no necesita darse a conocer, por sólo haber nacido ya es conocido, no necesita decir que ha hecho y cuales son los planes que tiene.
Tiene una magia incomparable, algo que nosotros le llamamos empatía, sabe cuales son nuestros problemas, aflicciones y angustias, sabe todo sobre nosotros, incluso nuestras mas grandes alegrías. Es un caso bien raro, un tipo completamente fuera de serie, por donde anda camina con cientos de personas que lo siguen sin importar donde vaya.
No se le conoce profesión, no tiene estudios de medicina pero dicen que es un excelente sanador; no estudió publicidad pero en cada parte que va siempre hay personas que lo esperan, siempre el lugar donde está se encuentra repleto; es un excelente abogado ya que imparte justicia con amor y verdad; no estudió psicología pero entiende tal cual son tus problemas y te ayuda de manera perfecta; no es empresario pero mueve a la mayor empresa del mundo y sus obreros reciben buen salario, etc. Sin duda es un tipo especial, el mayor de los genios.

¿Cuál habrá sido su preparación? Quizás esta hipótesis nos dará alguna explicación. Cuando niño estaba en el templo y hablaba con grandes maestros de la ley, dominaba a la perfección las escrituras, desde niño se veía que este hombre llegaría ser el más grande de todos, era un espectáculo escucharlo hablar, era asombrosa su autoridad al pedir la palabra, no tenía miedo al proclamar la verdad, desde niño era muy capaz. Ya más adulto su preparación era estar a solas con Dios, incluso en un momento de su vida se alejó y estuvo 40 días ayunando y preparándose para lo que vendría, no hay duda que este tipo se preparaba en silencio, no hay duda que este tipo sabía cual era su propósito en la vida. También le gustaba enseñar, además de prepararse tenía y debía de entregar el conocimiento a los demás, le gustaba estar al frente de una multitud pero no le incomodaba estar un tiempo a solas, siempre todo lo que realizaba lo hacía con alegría. Y puedo seguir dando mas hipótesis del por qué este tipo fue, es y será el tipo mas grande que ha pisado la tierra.

Hasta aquí es una historia increíble, yo quedo perplejo al tratar de contar el final. No hay palabras que puedan reflejar todo el amor que tiene a esta humanidad, perfectamente puede ser un sin sentido, pero en cambio el dijo que eso es amor. A este personaje se le enjuició injustamente, no tenía cargos a su haber, no había hecho nada malo pero por eso lo condenaron y se dictó la más horrible sentencia que puede existir: Morir crucificado. Fue llevado y humillado hasta donde debía morir, no dijo ninguna palabra, su mirada era tierna pero sin lugar a dudas se podía ver su cansancio, se podría haber defendido pero prefirió no hacerlo porque sabía cual era su fin y el propósito de su vida. No es masoquismo, es entregar, es dar la vida por toda una humanidad. Llegó el momento en que murió y todos pensamos que ahí la historia se había terminado. Después del primer día de su muerte se hablaba en todo lugar de lo que había sucedido, de lo que le había dicho a su compañero de muerte: “Tu estarás conmigo en el paraíso”, sin duda algunos creyeron que este tipo era un loco de remate y sin lugar a dudas están en lo cierto, pero hasta ese momento era un simple loco. Al cabo del tercer día María lo fue a visitar y al llegar a ese lugar vio que Jesús no estaba. No me van a creer, sucedió algo muy emocionante, algo increíble, algo que me deja sin palabras, este genio o este loco, o este sanador, este padre, este amigo, había ¡resucitado!. No saben cuán feliz me hace poder relatar esta historia, este tipo.... Jesús aseguró nuestra vida, pagó por todos nuestros pecados y lo más lindo de todo que le dio sentido de vida a millones, a generaciones, a grandes y pequeñas naciones, el amor de este tipo impacta las vidas. Hay mucho que aprender de Él, hay que prepararse, hay que confiar, hay que saber cual es el propósito de nuestra vida porque es esa la única forma en la cual nosotros sabremos por qué y para qué debemos vivir. Nos deja la vara muy alta, debemos ser como Él, debemos de reflejar su vida, debemos de hablar por si solos a veces sin necesidad de decir nuestro nombre y a veces hablando ante una multitud o ante un reducido numero de personas, pero siempre cuando hablemos debemos hacerlo como Él, con amor y verdad, siguiendo sus pisadas.

Escrito el Lunes 27 de Marzo del 2006

Foto: http://blogs.ya.com/susie/files/huellas.jpg