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sábado, octubre 11, 2008

“El Cartero y el Ladrón III”

“Aun siguen habiendo cartas por leer”
ver texto

Y de esta forma Raúl entró a la casa con un montón de cartas por leer. Como niño en navidad entretenido con sus juguetes, así Raúl comenzó la lectura. Leía una a una las cartas, sin desatenderse de los ruidos que había en casas contiguas ni menos pensaba en la posibilidad de encender el computador (ordenador en España) y ni siquiera en prender la televisión. Así transcurrió gran parte de la mañana antes de que dieran las 12, hora en que debía de ir a la Universidad.

Afuera el sol lucía su mejor traje como dándole la bienvenida a una anhelada primavera. Pájaros, flores que caían de los árboles alegraba la caminata de unas cuantas cuadras para llegar a la Universidad. El aire fresco era como un incentivo para caminar, la gente y los pensamientos eran como la de un día ideal. Y bueno así transcurrieron varios días de este joven, levantándose temprano, anhelando leer una y otra vez las cartas y la meta estaba ya casi concluida. Faltaban solo 10 cartas por leer, algo que era casi impensado hace unas semanas atrás.

Sin embargo un día al volver a casa se encontró con un triste panorama, la casa se encontraba desordenada, las ventanas abiertas, lámparas caídas y uno que otro cajón entreabierto. ¿Qué paso acá? Se preguntó. Corrió rápido al dormitorio y abrió con igual rapidez el velador, para ver si aun tenía el dinero para los gastos del mes. Lo extraño era que ese dinero se encontraba, un tanto desordenado, pero se encontraba. Y así pensó en todos sus objetos de valor y uno a uno se dio cuenta que todos estaban en su lugar. Eso le dio calma y ánimo para ordenar la casa.

Después de arduas horas de trabajo, consiguió reestablecer el orden y un merecido descanso acompañado de leche y galletas que había comprado en el negocio de Don Agustín antes de entrar a la casa. Relajado y ya en pijamas se encontraba sentado en la alfombra del living viendo un rato las noticias cuando se acordó de leer las cartas que periódicamente a esta hora lo hacía. Las buscó en el lugar de siempre, al lado de los libros de estudio y no las encontró, por más que buscó en ese lugar, no estaban. Lo mismo también hizo debajo de la cama; en el lugar de las revistas; en el closet, pero nada. Por esas cosas escuchó un ruido en la cocina, se dirigió lentamente hacia allá y el ruido se repitió un par de veces gracias al incesante viento que comenzó a aparecer ya terminada la tarde como típico día de primavera en esta parte sur del mundo. Asomó tímidamente la mano para encender la luz y con el pie derecho terminó de abrir la puerta. Se asomó completamente y vio que la puerta que da directamente al patio se encontraba entreabierta. Cuando iba camino a cerrar la puerta se dio cuenta que habían aun huellas frescas de zapato y lo peor de todo fue que encontró una las diez cartas que aun faltaban por leer. Recién en ese momento Raúl entendió el motivo del robo. El ladrón lo había hecho de nuevo, ahora en el lugar más seguro que uno puede tener en la vida. El ladrón nuevamente se robó las cartas y más aun se llevó 9 de las 10 cartas que aun faltaban por leer.

Continuará…
Esperen la cuarta parte y final

2 comentarios:

Andrés dijo...

Hola Andrés
Estoy aqui no porque haya leido la historia ya que no he tendio el tiempo para hacerlo pero creeme que algun dia me lo hare....pero era ara decirte qque mi blog ha vuelto a la vida y o es necesario que apses por ahi pero me gustaria que supieras para que sepas.... ?

bueno XD
muchas sgracias por todo amigo.
que tes bn
cuidatee
adiouuus!

Anónimo dijo...

Hola Andrés, de nuevo me paso por tú blog y no veo comentarios en la Continación de tú historia, me había hecho el leso durante días, porque no había tenido mucho tiempo y ganas de leer, pero ahora me digne a pasar.
ya voy en la segunda parte de la trilogía.. o 4 parte. no se me enrede con los titulos ja.. bueno amigo va bien la historia. ladrón osado cada vez peor miren que entrar a la casa a robar. ¿quien será? ! donde está la policia ! vaya.

bueno bye..

jere