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lunes, agosto 23, 2010

"Escena de Espera"

"Espera expectante"
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- Ven… vamos.
- ¿Quién eres? – respondí
- La gran función está a punto de comenzar – prosiguió el caballero – cuando tengamos tiempo te contaré, pero sin duda los hechos hablarán por sí solos y más temprano que tarde descubrirás la respuesta. Busca incesantemente, así como un niño busca el regalo de un simpático viejo pascuero en navidad (santa Claus en otros países). No olvides la emoción, la paciencia y la alegría. ¡Ven!, ¡ven! Asómate por acá.
- No veo nada – respondí – está todo oscuro
- Mueve lentamente la cortina – prosiguió – que sea levemente para que así tengas el espacio suficiente de ver con un sólo ojo lo que te espera.
- ¿Lo que me espera?
- Ve, ve…
- ¡Hay mucha gente! – exclamé – sólo hay unos pocos asientos… ¿Me permite sentarme en uno de ellos?
- Sigue contemplando, sigue mirando, sintiendo, pensando, soñando…
- Escucho murmullos y una que otra risa… – interrumpí – se puso a llorar un niño también… hey! Hey! ¡No veo a nadie! ¡Apagaron las luces!... – conversaba disminuyendo el tono de voz – y con ello se quedaron todos en silencio, ni un solo murmullo… creo que debemos de hablar más bajo aun o sino nos escucharán… o más bien me escucharán… cierto… ¿cierto?

Y en ese momento siento que me toman del chaleco y me voy hacia atrás, ni tan fuerte como para caerme, ni tan despacio como para no entender cual era la orden. Y en cuanto comenzaba a entender lo que sucedía se encendió el espacio en donde estaba, una luz tenue me iluminaba debido a que estaba en un rincón y no en el centro de éste. La gente estaba expectante, miradas fijamente concentradas, algunos con expresiones de asombro… como si algo importante fuera a pasar.

- ¿Y dónde se fue? – pregunté a la señora que me tiró del chaleco
- ¿Quién? – me respondió calmadamente la señora
- Eh.. ehh la persona – respondí ansiosamente – la persona… vestía como aquel viejo que está en frente de nosotros, sin embargo llevaba un gorro, de esos antiguos, ¿Tu sabes a quién me refiero?... ¿o debo de decir usted sabe a quién me refiero?
- Pierde cuidado – me contestó como una simpática y jovial abuela – .En cuanto a él, la verdad no se qué hacía conversando contigo justo el instante antes de que toda esta función comenzara. Pero si se detuvo de su habitual ajetreo, sin duda fue porque así lo ameritaba (me dijo esbozando una pequeña sonrisa y asintiendo suavemente con la cabeza)
- Ah… entiendo – respondí sin saber lo que sucedía - ¿Qué hago ahora? ¿Puedo ir al centro para así mirar a toda la gente? Esta vez podría mirarlos a todos de frente y con los ojos bien abiertos
- Calma… tranquilidad, paciencia, observa, disfruta – respondió sin apresurarse tanto en palabras como en pensamiento – si quieres, acomódate… puedes sentarte en ese cojín azul, ese mismo que se ve un tanto a mal traer… pero te digo, que aun no encuentro uno tan cómodo, ¡en años! ¡Ya!... Ahora tengo que salir, he esperado años por esto, ¡Años! Y si pasaran más años, los esperaría feliz, en silencio y perfeccionando todo lo…
- Te acompañaré – la interrumpí en su emocionado discurso – quiero salir también, debe de…
- Espera, espera expectante – me interrumpió con la tranquilidad y el apuro de alguien que tiene que realizar una tarea – “Cuando el disponga, saldrás a escena”

Créditos fotografía: Fabiola Avila
http://www.flickr.com/photos/fabyavilafotos/3759015997/
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3 comentarios:

Romi Tagle dijo...

o filetee!!!
me gustan estas historias chiquillo!!...
es bacán que el director decide cuándo sales a escena....cuándo sales....qué tienes que hacer...hablar y callar....

bacán (L)

Joorlee dijo...

cuando salir a la escena... uff para pensar... cuan dificil puede ser esperar, muy buena historia...

Anónimo dijo...

Andrés! me gustó tu historia!!! me hizo pensar en cuantas veces hemos modificado/arruinado Su guión adelantando, retrasando... omitiendo nuestra participación en alguna escena.
saludos, Paula :)